Flashback!
En el año 1999 cuando estaba trabajando en Nintendomanía, una tienda de renta de videojuegos de nintendo (así es, no playstation, no sega, sólo nintendo.. raro?), el lugar que varios contarían como mi Mcjob, en mi caso mi primer trabajo. Allí me encargaba de todo, yo limpiaba el lugar, atendía a la gente, verificaba el inventario, etc, etc. Fue un trabajo muy interesante. Además de que fue mi primero, pues estudiaba a la vez y realmente no tenía necesidad de trabajar, lo hice por gusto y eso me tenía contento conmigo mismo. La responsabilidad de llegar temprano, hacer mis tareas y el apreciar la confianza depositada en mí.
En ese lugar conocí mucha gente interesante y me enteré de muchas otras, me di cuenta de que San Luis es muy pequeño y que tal y como me dicen aquí en Mexicali, todos se conocen (realmente no muy diferente de aquí si lo pienso). Aprendes a tratar a la gente dependiendo de cómo es, cómo la ves. Relaciones públicas, negocios, mercadotecnia, diseño gráfico. Jaja, suena ridículo pero en todo eso pienso ahora que veo esa experiencia laboral.
En fin, recuerdo muy bien los olores, la temperatura y las sensaciones que había en ese lugar, nuevo y bonito. Todavía siento todo eso muy fresco e incluso ciertos olores me lo evocan. Y sobre todo recuerdo la emoción, la incertidumbre de saber si sería un buen empleado, si podría hacer mi primer trabajo de una buena manera, la ambición, mis planes a futuro y cómo me ayudaría este trabajo a lograr lo que quiero. Todo eso.
En el mostrador detrás de todos los anaqueles de los juegos era donde pasaba la mayor parte del tiempo ya sea oyendo música, viendo pendientes por arreglar, haciendo tarea, o jugando a algo. En frente de mí y a lado de la caja estaba el botón de alarma conectado directamente con la compañía de alarmas, lo que hacía que llegara de inmediato una patrulla que recibía el llamado en el instante.
“En cuanto veas a alguien sospechoso aprieta el botón hasta el fondo” eso me decía mi jefe y esperaba que en ningún momento fuera necesario usarlo.
Una tarde en la que ya había oscurecido estaba haciendo tiempo, pues había ciertos días en los que no llegaba mucha gente, especialmente los lunes y martes, pues el miércoles era día de 2 x 1. Mientras esperaba que mi turno terminara me puse a jugar y de repente veo a un hombre ya entrado en años y con aspecto de vagabundo pasar por el frente de la tienda. Al principio de intimidó, pues no era muy común ver gente así por la colonia. Pasó y en un instante regresó para entrar a la tienda y se puso frente a mí.
Recuerdo que sentí miedo, por no saber que hacer... este tipo de situaciones eran las que yo decidiría y en este momento no supe que hacer. El botón estaba allí, pero como dije al principio siempre me pareció algo drástico, y más con un hombre que no conozco frente a mí. Sentí mis latidos y oí mi respiración.
El hombre rompe el silencio y comienza a hablar. No me dijo nada que pudiera haber esperado. No me pidió dinero, no me contó ninguna historia ni me ofreció hacer algún trabajo.
Señor: “¿Qué edad tienes?“
el david: “15”
Después de responder me empezó a preguntar si era mi trabajo, y qué era lo que hacía. Estuvimos platicando muy poco tiempo, pero aún recuerdo todo.
Señor: “Que bueno que quieras trabajar, y que te guste. Me da mucho gusto ver jóvenes como tú, que aún tienen el brillo de sus ojos... no como yo que ya he vivido mucho y ya no tengo esa ilusión... esas ganas de vivir y hay muchos que pierden el brillo de sus ojos haciendo cosas...”
Me acuerdo haberle agradecido mucho todo lo que me dijo y antes de poder decir algo se fue. Eso fue todo.
Me quedé pensando en eso por varios días y a la fecha no recuerdo haberle contado a alguien. Fue una experiencia muy intensa para mí... aún así sigo agradecido con ese señor, del cual ni siquiera supe su nombre. Espero que donde quiera que esté se le regrese con creces esas palabras que a la fecha siguen grabadas en mi mente y que crean o no forman parte de mi filosofía de vida... ahora que estoy en una etapa de transición en la que las decisiones que tome serán definitivas... y que las cosas que haga moldearán en gran parte mi futuro y mi carácter, espero no perder el brillo de los ojos.
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5 comments:
uh q padre experienecia
Si BTX, concuerdo contigo, muy elegante. Solo me quedó una duda ¿Llegabas temprano al trabajo? XD eso si que otro tonto te lo crea.
jaja, pues aunque no lo creas... que querías que hiciera?? era joven e inexperto... jaja
espera proximamente el caos en la cajuela del carro de btx, ahi si hay brassieles regados
Oh yeah @ BTX
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